Ahora llego para quedarme otra vez. Veremos si soy capaz de afrontar mis miedos y ponerme a punto para lograr salir airoso de aquellas aventuras apartadas. La verdad es que estoy contento. Me da un poco pena alejarme tanto del Mar y las fortalezas de caliza que contemplo. Pero volver a estar en el granito día a día es como abrir los ojos, mirar, y tener la sensación de que nunca me fui, que sólo ensoñé que me iba, que llegué a pensar que quizás no volvería, y ahora aquí estoy, con otra oportunidad para no dejar de hacer todo aquello que un día imaginé.
Escalando una de las fisuras del risco de las Tres Puntas, pequeño y llamativo. De camino pasé cerca infinidad de veces. Siempre pensé que algún día escalaría sus fisuras pero nunca fui. Hasta que un día nos acercamos desde Cancho Butrón y allí estábamos, disfrutando y dando caña a las viejas ideas. Esta fisura me costó algo más de lo que esperaba pero me encantó escalarla.
Escalando con bastante frío en las vías de mi risco preferido. El Pájaro, en uno de mis cumpleaños, 7 de abril de 2013.
Repitiendo una vez más con mi padre la Sur Clásica del Pájaro. Juntos la habremos hecho al menos 4 ó 5 veces. La primera vez me subió por aquí con 12 años, era mi segunda visita a este fantástico risco.
En estas fotos habrían pasado unos 23 años desde entonces.
Aquí descendiendo por tercera vez el Mogote de los Suicidas. Uno de los riscos más estéticos y espectaculares de toda la Pedriza.
Escalando en el Risco del Reloj una variada y bonita vía. Un día la subí de segundo y quitando la fisura de abajo me pareció bastante exigente. En esta ocasión con las cintas puestas y un poco de determinación, la encadené. Creo que le dan 6c/6c+. quedé muy contento. La vía es
Espectacular.
En un techo aún desconocido pora mi en el Risco de la Rana. A2, clavando en techo puede que A2+. Un antiguo y olvidado artificial.
Y esto es repitiendo la vía Vikinga del Yelmo por tercera vez... Alucinante. Hay vías que no te cansas de repetir nunca y otras que te sorprenden por pequeñas, escondidas y olvidadas.
En el Hueso, escalando por quinta vez la mítica chimenea de la Fulgencio, una de las joyas pedriceras que nunca te deja indiferente.
La Pedriza es Mágica, es Flipante.