Cuando desperté por la mañana y vi las paredes sobre mí me sorprendieron. Menudas murallas pensé. La incertidumbre de no conocer el entorno me sobrecogió sinceramente. Con las orejas gachas le dije a mi compañera: Bueenoo!! Se puede hacer deportiva no? ehem, ehemm!!!
Al tiempo, viviendo tan cerca, fui escalando un montón de buenas vías en compañía de grandes amig@s. Aún quedan proyectos pendientes. Siempre quedarán en cualquier lugar...

Curiosa y priviligiada despedida fue participar en la organización del III Rally de Escalada El Chorro. Me reclutó mi amigo y compañero Nico y acepté. Mi último día en el Chorro no escalé, pero pude ver cómo subían por sus bonitas paredes del Desfiladero de los Gaitanes un buen puñado de maestr@s y compañer@s, a la vez, el mismo día, en el mismo momento. Una esperiencia nueva que jamás olvidaré.
Por eso que estoy tan agradecido a todos ellos, y a otros que no estaban allí pero que me dio tiempo a recordar durante aquellas doce horas. Un capítulo de mi vida del que me siento orgulloso y afortunado. Volveremos sin duda, en algún momento. Otro trocito del corazón dejado en otro lugar para recogerlo después, en su momento justo.

Muchas son las historias y leyendas del Desfiladero. A pesar de su regreso al futuro, fijándose uno sin esforzarse demasiado, sigue guardando su magia primitiva. Sin haber transcurrido demasiado tiempo y admirando los lugares y vías por donde ya no escala nadie, parece haber pasado una eternidad.
Quisiera hacer un pequeño homenaje a los valientes guerrer@s y compañer@s de aventuras que jugaron durante 12 horas a ser ellos mism@s.
Diego Vega de Cara en Zeppelin a primera hora de la mañana.
Cordada en la Zeppelin. Una de mis imágenes preferidas de la jornada.

Diego y el Maestro Josemari Sanchez tras acabar las dificultades del bastión, donse se juntan definitivamente Zeppelin y Espolón Masai.
Alberto Corrales escalando Cuatro Estaciones como primera vía. Finura y ejemplaridad.
María Salazar en las fisuras de cuatro Estaciones.
Nuestra cordada favorita, la representación más viva de "Los Pellejos", Carlos Hernandez Lara y Pedro Soto. Al inicio de Cuatro Estaciones, su última vía de la prueba.
Cuando se aprende algo de los grandes... además de todo lo importante a nivel técnico, es la humildad y la sensación que desprenden de : "nos da igual 8 que 80", pero sin más ánimo que salir simplemente a escalar y disfrutar con los amigos.
Los Diablillos Rojos. Titanes.
Pedro Soto.

En Cuatro Estaciones.
David Palmada "Pelut", saliendo como una moto del primer techo de la vía Tres Techos, aunque este año, nuestros capitanes y jóvenes madrileños Rafael Gómez y Javier Guzmán, vencedores de la liga de Rallys, le rebajaron el tiempo record a 2h y 30min.
Cristina Martinez en Tres Techos, una de nuestras máquinas andaluzas todo terreno.
Pelut y Roy de Varela saliendo del llamado ojo negro de la pared de Tres techos.
Esta es otra de las fotos que definieron el día de escalada, por el viento racheado y fuerte en ocasiones.
Xisco Cifre y Felix Sanchez en la reunión por encima del techo de la vía Zeppelin.
Las últimas fotos, los últimos momentos del Rally...
Felicidades a tod@s. Fuerza y equilibrio.